Nuestra sociedad dejará una herencia de plástico perecedero a nuestros hijos, sin posibilidad alguna de preservar la tradición que tanto tiempo costó forjar, y que está en peligro de extinción
Buscando algo que valga la pena retratar para la sensible mirada de un hombre que vive solo entre muertos vivientes, y que vaga como alma en pena por encontrar su lugar en el mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario